11 de julio de 2012

EL NACIMIENTO DE UN HERMANO: LOS CELOS


Los celos son la emoción que surge ante el miedo a perder o ver reducidos el cariño y la atención de alguien querido. Es el sentimiento producido por el temor de que la persona amada prefiera a otra. En muchas ocasiones ese sentimiento puede ir acompañado de envidia- resentimiento hacia quien se percibe como rival.

Con la llegada de un hermanito puede surgir  en algunos niños un miedo a  perder  el cariño, atención y privilegios hasta ahora exclusivos que le dan los padres, produciéndole ciertas inseguridades al percibirlo como una amenaza. Y es que  hasta ese momento el niño es el centro alrededor del cual gira todo.



El niño va a manifestar los celos de distintas maneras:



-  a través de sentimientos de dolor, rabia, tristeza, humillación, desesperanza

-  con pensamientos, preocupaciones e imágenes relacionados con la pérdida del amor y las atenciones de sus padres.

- a través de comportamientos de búsqueda de atención mediante el llanto, rabietas, agresividad manifiesta hacia el bebe (quita los juguetes, tapa la nariz, le pega…).

-  mostrando desobediencia o excesiva obediencia y  colaboración con los progenitores.

-  con la aparición de conductas regresivas, es decir conductas ya superadas en etapas anteriores,  como orinarse si ya habían conseguido controlarlo, alteraciones en el lenguaje imitando el lenguaje del pequeño, repetición de palabras y frases, tartamudeo…

- el sueño se puede volver irregular, puede pedir ir a la cama de los padres, o solicitar compañía en la suya, llamar frecuentemente a un adulto…

- se pueden producir cambios en los hábitos alimenticios, comiendo menos  o negándose  a comer alimentos que antes pedía.

- En casos extremos pueden aparecer vómitos, anorexia, mareos, terrores nocturnos, insomnio, etc. En ocasiones pueden adoptar conductas desafiantes hacia los padres/madres, familiares y profesores, menospreciar a los compañeros,  aislarse socialmente o mostrar pruebas de afecto exageradas.

Por otro lado, las conductas hacia el nuevo hermano pueden resultar ambivalentes (aceptación-rechazo, cariño-agresiones…). Este carácter ambivalente refleja los celos, por un lado, y la vinculación afectiva con el hermano por otro.



FACTORES QUE FAVORECEN LA APARICIÓN Y MANTENIMIENTO DE LOS CELOS


A pesar de que es el nacimiento de un hermano lo que principalmente provoca la aparición de los celos en el niño, existen una serie de factores que van a influir determinantemente en su aparición y mantenimiento:


-          el  comportamiento que a partir del nacimiento del bebe comiencen a manifestar los padres, traducido en mayor atención al pequeño y cambio de actitud hacia el hijo mayor exigiéndole más, prestándole menos atención, castigándole más…



-          la calidad de la relación que antes del nacimiento del hermano pequeño  los padres tuviesen con el mayor, incrementándose la probabilidad de aparición de celos si ésta se basaba en prohibiciones y limitaciones excesivas.



-          la edad del hijo mayor, siendo éste más  vulnerable a los celos cuando el nacimiento del nuevo  hermano se produce antes de los 5 años.



-          la diferencia de edad entre los hermanos, siendo más difícil la aparición de los celos  cuando la diferencia de edad es superior a tres años.



-          La excesiva comparación entre los hermanos, sobre todo si el hermano mayor sale perjudicado en las comparaciones.





-           en padres separados, la preferencia del padre/madre ausente por algún hijo acentúa los celos.



-          Y por supuesto, el temperamento del niño.



Otro  momento clave en la evolución de los celos es  cuando el hermano pequeño comienza a hablar, ya que vuelve a captar una mayor atención de los padres y el entorno, y comienza a intervenir en las actividades interrumpiéndolas o no respetando las reglas del juego. En este momento se produce una agudización de los mismos por lo que hay que ser especialmente cuidadosos.


QUE PUEDEN HACER LOS PADRES


El proceso de adaptación a la nueva situación es mas sencillo si el niño tiene una relación firme con ambos progenitores antes de que llegue el bebe y continua manteniendo lazos estrechos después.

Algunas orientaciones que pueden servir a los padres para reducir las conductas de celos son:


-    Darle la oportunidad de expresar su malestar. Es importante que entendamos que lo que hacen es fruto del miedo a perder el cariño y atenciones de sus seres queridos.

-    Seguir proporcionando amor y atención al hijo mayor, e intentar mantener un cierto equilibrio en las atenciones, no prestando tanta atención al bebe que privemos al hijo mayor de la misma.

- Transmitirle a través de gestos, palabras, comportamientos que se le quiere.

-    Mantener las rutinas normales en la medida de lo posible.

-    Es importante que les hagamos entender  que el bebe tiene emociones, sentimientos y necesidades y que él puede hacer mucho en su cuidado.

-    Implicarle en las tareas de cuidado del bebe.

-    No exigirle demasiado, ni ser tan indulgentes con él que se convierta en un niño consentido.

-    Atender con interés sus éxitos y alabarle cuando veamos la ocasión.

-     Recordarle  las ventajas y privilegios que tiene ser mayor (acostarse más tarde, hacer ciertas actividades, comer ciertas comidas…).

-     No hacer comparaciones entre hermanos.

-   No manifestar preferencias por alguno o intervenir prematuramente en las peleas.

-   No ponerse rígido o intolerante con las conductas regresivas.

-     No regañarle o enfadarse con frecuencia.

-   No hacer elogios muy efusivos cuando se muestre cariñoso con el hermano.



A pesar de que como hemos visto, la aparición de celos infantiles tras el nacimiento de un hermano es habitual y  se considera normal, evolucionando favorablemente, hay determinados casos en los que los celos son exagerados, se prolongan en el tiempo  y producen un gran malestar en el niño interfiriendo en sus actividades y relaciones interpersonales. En estos casos va a ser necesario la intervención de un profesional que ponga en marcha un tratamiento más especializado.