¿Habéis notado
que a medida que crecemos el tiempo pasa más rápidamente? ¿Y cómo el tiempo se
enlentece cuando sales de viaje y visitas un lugar desconocido? ¿O cómo siempre
que viajas el camino de ida se hace más largo que el de vuelta?
Según Ray
Kurzweil, nuestra sensación subjetiva del paso del tiempo está determinada en
gran parte por el número de eventos novedosos que haya en nuestra vida.
La mayoría
de las experiencias nuevas se producen en la infancia y adolescencia, y al ser
tan corto el intervalo que existe entre esas experiencias, el tiempo parece
pasar para ellos muy lentamente. A medida que crecemos, el intervalo de tiempo
entre eventos importantes o novedosos se hace mayor, y por tanto el tiempo
discurre más velozmente.
Así, podemos
hacer que el tiempo discurra más lentamente, de dos maneras:
1. Llenando
nuestra vida de experiencias novedosas e interesantes (viajar, conocer gente
nueva, …).
2. Haciendo
más especiales los momentos de la vida cotidiana prestando atención a ellos, de
manera que los momentos ordinarios pueden terminar convirtiéndose en momentos
especiales.