22 de abril de 2014

EL DESEO DE SER SALVADO

 
Hace unas semanas por motivos de trabajo, me pidieron que pasase una prueba para valorar la adaptación psicosocial de una niña escolarizada en sexto de primaria en un colegio de Cáceres.  Como no soy muy amiga de pasar pruebas, aproveché para charlar un poquito con ella sobre distintos temas. La niña me contó que durante tres años había sido objeto de burla por parte de tres compañeros, que la insultaban y la ridiculizaban delante de toda la clase. Según ella, estas conductas las había sufrido a diario. Además de padecer los insultos de sus compañeros, en el recreo era ignorada por sus compañeras que cumplían los deseos de una lider, de manera que se pasaba el tiempo que duraba el recreo sóla. Cuando le pregunté qué tal le iba ese año, me dijo que estaba algo mejor porque ya se había acostumbrado a la situación. Me pareció terrible.

El de esta niña, como otros tantos, es un claro ejemplo de acoso escolar mal gestionado por el centro.Y digo mal gestionado, porque la tutora, conocedora de la situación de burlas en clase, había tomado medidas en solitario y nada efectivas. 

 Distintos estudios concluyen que entre el 10% o el 20% de la población escolar a nivel mundial es víctima de acoso o violencia por parte de sus iguales. Y esto pasa ante la ignorancia de maestros y profesores, en unas ocasiones, o la falta de conciencia de la gravedad de la situación, en otras.

¿Cuándo hablamos de bullying?

El acoso escolar o bullying es toda conducta de persecución física o psicológica realizada por un alumno (o grupo de alumnos) hacia otro, al que se elige como víctima de ataques reiterados, de modo que la víctima se siente incapaz de salir de esta situación por sus propios medios (Olweus, 2006).



Hay tres ideas importante que definen al acoso escolar:

1. El agresor pretende inflingir daño o miedo a la víctima, y lo consigue.Por lo tanto hay una intencionalidad.

2. La situación se produce de manera repetida y se prolonga durante cierto tiempo, diferenciándose de las típicas peleas entre niñ@s.

3. La víctima se encuentra indefensa y no puede salir por si misma de la situación.

4. Existe una relación jerárquica de dominio-sumisión entre el agresor y la víctima.


El bullying puede adoptar la forma de:

- Agresiones verbales,poniendo motes, haciendo burlas, ridiculizando, a través de amenazas, humillaciones...

- Agresiones físicas, con golpes, codazos, pellizcos, patadas, empujones, palizas...

- A través de chantajes, extorsiones, creando falsas expectativas de ser amigos a cambio de algún favor, siendo ignorados o aislados socialmente por sus compañeros...

- y menos frecuentemente, a través de conductas de acoso sexual.



Consecuencias psicológicas del acoso escolar

Imagina que en tu lugar de trabajo, al que tienes que acudir obligatoriamente de lunes a viernes y unas cuantas horas, hay una o dos personas que sistemáticamente, a diario, te desprecian, insultándote, humillándote y ridiculizándote delante del resto de compañeros, que lejos de ayudarte apoyan esos ataques con sus risas ¿Cómo te sentirías? ¿Pensarías que es algo sin importancia, algo normal entre compañeros de trabajo?

El acoso escolar NO es una cosa de niños. El acosos escolar es una situación altamente estresante para el niño o niña que lo padece, y repercute de manera importante y preocupante en su bienestar psicológico.

Los niños que han sufrido acoso escolar pueden presentar:

- Una imagen general negativa de si mismos y una baja autoestima.
- Desórdenes de atención y aprendizaje.
- Desesperanza y pérdida de interés en sus actividades favoritas.
- Incapacidad para disfrutar y falta de energía.
- Falta de satisfacción con la vida.
- Síntomas depresivos.
- Comunicación pobre.
- deficiente habilidad para relacionarse con los demás.
- Sentimientos de culpabilidad.
- Sentimientos de soledad.
- Sensibilidad hacia el rechazo y las evaluaciones negativas de los demás.
- Quejas sobre enfermedades físicas como dolores de cabeza y de estómago.
- Reacciones emocionales inesperadas.
- Problemas de insomnio y recuerdo repetido del episodio de maltrato.


En resumen, los niños víctimas de acoso escolar tienen una alta probabilidad de tener baja autoestima, elevados niveles de ansiedad y estrés, así como con una baja satisfacción con la vida, y en consecuencia, un alto grado de infelicidad, motivos suficientes para colocar el problema del acoso escolar en un lugar prioritario de atención en los centros educativos. Minimizar la gravedad del acoso no hace más que perpetuarlo y dejar a nuestros niños desprotegidos.Es responsabilidad de la comunidad educativa velar porque se den las condiciones necesarias para que los niños y adolescentes aprendan en un entorno que favorezca esos aprendizajes y el desarrollo integral de cada niño.



2 comentarios:

  1. buen artículo, aunque se te olvida mencionar que la labor docente no contempla la educación en valores, el pensamiento crítico y la resolución de conflictos (esto no se mide en el informe PISA), es más importante para el futuro ciudadano aprender aritmética, pseudohistoria o el misterio de la santísima trinidad...

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    1. Buen aporte Cisco. Lo curioso es que en la teoría la labor docente debe ocuparse de esos temas, pero en la prática la realidad es que no se trabajan. La sociedad ha cambiado, se ha vuelto mucho más compleja, y el sistema educativo se ha quedado obseleto de manera que no atiende las necesidades de esta nueva sociedad, entre ellas la de formar a personas emocionalmente inteligentes. Es necesario introducir la educación emocional en los centros. Por eso hablo en el artículo de educación integral y de la necesidad de que los centros garanticen las condiciones para que se de esa educación integral.
      Muchas cosas han de cambiar,y no sólo de nombre, sino a un nivel más profundo.

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