Comunicarnos con los demás no es fácil. En muchas ocasiones el mensaje que queremos transmitir a una persona no coincide con lo que esa persona interpreta, y entonces surgen los malentendidos, y con ellos los problemas. En la relación de pareja estas dificultades de comunicación se multiplican por las características especiales que esta relación entraña.
A esto se añade que de pequeñ@s no nos enseñaron a ser asertiv@s, lo que ha originado que, en ocasiones carezcamos de habilidades para manifestar correctamente nuestros sentimientos tanto positivos (amor) como negativos (enfado), para hacer peticiones de manera correcta al otro miembro de la pareja, plantear una queja…. Y es que la comunicación es uno de los pilares básicos en los que se apoya la relación que establecen dos personas que se aman, por lo que una pobre comunicación va a llevar ineludiblemente a problemas en la pareja que pueden deteriorar el vínculo. Muchos de nosotros tenemos la creencia de que el amor todo lo puede, pero la realidad nos demuestra una y otra vez que el amor no es suficiente para que una relación funcione, y que en la mayoría de los casos una mala comunicación es la antesala a una posible ruptura de la pareja.
Existen una serie de pautas que pueden hacer que las discusiones entre los miembros de la pareja sean conducidas de manera más productiva, haciendo que la comunicación con la pareja sea más efectiva y constructiva:
1. Comunica a tu pareja tus deseos, peticiones, demandas de cariño, y hazlo de forma que lo comprenda y no esperando que lo sobreentienda con nuestros gestos y muecas de disgusto. Un error típico y básico de las parejas es pretender que el otro “adivine” qué necesitamos, qué esperamos de él. Tendemos a creer que con el amor uno se convierte en clarividente y si no es así lo interpretamos como que la otra persona no se preocupa por nosotros o no está realmente enamorad@.
2. No acumules emociones negativas sin comunicárselas a tu pareja, ya que hará que termines estallando, lo que conducirá a una hostilidad que puede resultar muy destructiva.
3. La comunicación verbal debe de ir acorde con la no verbal. Si tu pareja te ve enfadada y te pregunta qué te pasa y tú le contestas con cara de fastidio y mal tono "No me pasa nada", dejarás claro a la otra persona que realmente te pasa algo y su sufrimiento será mayor por no poder hacer nada para ayudarte.
Cuando tengas que plantear una queja…
1. Se breve en el planteamiento de la queja.
2.Habla de cómo te sientes cuando tu pareja se comporta de una determinada manera. Puedes decir “Cuando llegas a casa y te pones con el ordenador haces que me sienta ignorada, porque me apetece que hablemos de cómo ha ido el día” en lugar de decir ” Es que llegas a casa y lo primero que haces es coger el ordenador”.
3. Es más apropiado hacer una petición que una demanda. Las primeras demuestran respeto por el otro, y mejoran la comunicación. Es muy distinto escuchar: “¿puedes apagar la tele mientras hablamos?” que “¡cuando estamos hablando, quiero que apagues la tele!”.
4. Es mejor hacer preguntas que acusaciones. Las acusaciones provocan actitudes defensivas en la otra persona y no facilitan la comunicación. Es diferente, aunque signifique lo mismo, decir: “¿Me estás escuchando?” que “¡Otra vez no me estás escuchando!”.
5. Comenta o critica lo que hace, no lo que es. Las etiquetas no ayudan a que la persona cambie, sino que refuerzan su actitud defensiva. Hablar de lo que es una persona sería: “te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Eres un desastre”; mientras que hablar de lo que hace sería: “te has vuelto a olvidar de la basura. Últimamente te olvidas mucho de las cosas”.
6. Se específic@. Evita observaciones generales que no concretan nada. Por ejemplo, en lugar de “me gustaría que fueses más atent@”, puedes decir “me gustaría que me preguntases que tal me ha ido cuando voy al médico”.
7. No insultes o acuses. Es mejor seguir la norma de la “sin-culpa”: existe un problema, veamos que se puede hacer para solucionarlo.
8. Discute los temas de uno en uno, no aproveches que se está discutiendo sobre la impuntualidad de la pareja para reprocharle de paso que es un despistad@, un olvidadiz@ y que no es cariños@.
9. Evita las generalizaciones. Los términos “siempre” y “nunca” raras veces son ciertos, por lo que suscitarán una discusión improductiva que desviará el tema que quieres tratar. Es diferentes decir: “últimamente te veo algo ausente” que decir “siempre estás en las nubes”.
10. No seas excesivamente sincer@. Algunas cosas deben de pensarse antes de decirse, si las consecuencias no van a ser positivas. Decir “Últimamente me noto más fri@ respecto a ti. No se si todavía te quiero” puede ser muy sincero, pero habría que esperar antes de echarle ese jarro de agua fría. Quizás solo es un sentimiento pasajero sin ninguna importancia. Si realmente no lo es, siempre se está a tiempo de plantearlo.
Además es importante…
1. Demostrar que estás escuchando. Emitir sonidos como “mmm, ahá, ha, si” mientras el otro habla,y mirarle a los ojos indican a la otra persona que le estás escuchando y comprendiendo.
2. No interrumpir mientras la otra persona habla. Da sensación de no estar escuchando o no tener interés por lo que el otro nos esta contando. Espera a que la otra persona termine de hablar para exponer tus ideas.
3. Pedir perdón cuando comprendas que te has equivocado. No nos han enseñado a pedir perdón, pero ésta, como el resto de habilidades pueden aprenderse. No tengas miedo a hacerlo y entiende que el pedir disculpas engrandece a la persona.
Además de con la pareja, estas pautas pueden servirnos para mejorar la comunicación con amigos, familiares, compañeros...Aún siendo consciente del esfuerzo que supone llevarlas a la práctica, tenemos que valorar las ventajas de aplicarlas, ya que sólo así podremos superar malentendidos, resolver conflictos y enfrentarnos a los problemas de pareja.