6 de febrero de 2012

CÓMO COMUNICARNOS CON NUESTRO FAMILIAR DIAGNOSTICADO DE CANCER

El diagnóstico de cancer a un ser querido es un golpe duro, que además de emociones de rabia, tristeza, dolor, incertidumbre, miedo...también puede despertar en nosotros una sensación de inseguridad y duda sobre qué hacer para ayudarle, qué decirle, cómo actuar...Teniendo esto en cuenta, La American Cancer Society ha enumerado una serie de pautas que favorecerán la comunicación con nuestro ser querido.





  • Deje que la persona tome la iniciativa. Si quiere hablar, escuche atentamente. Escuche lo que se dice y cómo se dice.



  • Trate de sentirse cómodo cuando haya silencio durante la conversación. El silencio puede ayudar a la persona con cáncer a enfocar sus pensamientos. Hablar constantemente porque se está nervioso es irritante. A veces el silencio conforta y permite al paciente expresar incluso más de lo que están pensando y sintiendo.


  • Trate de mantener contacto visual. Esto le da al paciente la sensación de estar realmente presente y que está escuchándole con atención.

  • Las miradas, caricias y sonrisas logran vencer las barreras de la enfermedad para el paciente que usted conoce y estima.

  • Evite dar consejos. Dar consejos es difícil cuando no es usted quien está en la situación del paciente. Es más seguro hacer preguntas o escuchar.

  • No diga "Sé cómo te sientes". La persona puede tornarse irritada porque usted realmente no sabe cómo él o ella se siente.

  • Si se siente muy conmovido y tiene dificultad para mantener su compostura, explíqueselo a la persona con cáncer. Sea breve en su explicación. Manténgase alejado por un tiempo hasta que pueda estar cerca sin que el paciente tenga que consolarlo a usted.

  • Los pacientes de cáncer no siempre quieren pensar o hablar acerca de la enfermedad. Esto los hace sentir que sólo su identidad es la de un “paciente con cáncer”. El reír y hablar acerca de otras cosas son a menudo distracciones bien recibidas.

  • Trate de que participe en tantas cosas como sea posible. Si ustedes acostumbraban a jugar cartas, ¡comiencen a jugar nuevamente! Si iban juntos al cine con frecuencia, continúe haciéndolo. Use su criterio respecto el nivel de energía del paciente. O pregunte sobre la necesidad de tomar un descanso entre las actividades. Procure no tomar muy a la ligera los efectos de la enfermedad, pero evite la sobreprotección, y anímele a pasar tiempo con usted y los demás.

  • Motive a los amigos a visitar al paciente, siempre que éste desee recibir visitas. Si ellos no pueden visitarle, anímeles a escribir cartas, mensajes electrónicos, o llamar por teléfono.

  • Lo más importante, sea usted mismo y trate de no preocuparse sobre si está haciendo las cosas bien. Deje que sus palabras y actos salgan del corazón. Su compasión y preocupación sincera son las cosas más importantes que usted le puede transmitir a su ser querido en este momento.


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