11 de enero de 2012

NORMAS EN LA APLICACIÓN DEL CASTIGO

Los padres, madres y educadores en general contamos con diversas técnicas dirigidas a modificar el comportamiento de los menores. Una de esas técnicas es el CASTIGO, que se utiliza cuando queremos eliminar o disminuir la frecuencia de aparición de una conducta que es inadecuada. A pesar de que el castigo NUNCA debe ser utilizado como una estrategia de primera elección en educación,  a veces su uso puede resultar necesario.
¿Cuando es adecuado el uso del castigo?:
Cuando la conducta que se quiere suprimir es peligrosa para el niño o para otros.
Cuando no podemos reforzar(recompensar, premiar) una respuesta incompatible con la que queremos extinguir.
Cuando lo que se busca es la supresión temporal de una conducta inadecuada.
Para que el castigo sea eficaz y elimine la conducta indeseable del niño debe usarse de la siguiente manera:
Antes de utilizarlo, se deberá explicar al niñ@ las reglas sobre qué conductas van a ser penalizadas y cómo.
El castigo debe ser proporcional a la mala conducta.
Una vez que el niño ha transgredido la norma, se debe aplicar el castigo tal y como se le explicó anteriormente.
Nunca se debe amenazar con el castigo, sencillamente se debe aplicar. Las amenazas reiteradas que no se cumplen hacen que el adulto pierda credibilidad.
Se debe aplicar con FIRMEZA y con CALMA, con un tono de voz moderado, una mirada serena a los ojos del otro, una postura corporal relajada y verbalizando de un modo claro, conciso y concreto lo que se está pidiendo. Los gritos, los enfados extremos, suelen ser la antesala de las excepciones injustificadas, los castigos inadecuados o la rendición final de los padres.
Siempre que sea posible, acompañarlo del reforzamiento de una respuesta alternativa. Si un niño pega a otro, le reñiremos y estaremos atentos a cualquier conducta incompatible con la de pegar que realice el niño, como puede ser ayudar a otro niño, prestar un juguete…,y reforzaremos esa conducta diciéndole por ejemplo “muy bien”.
El castigo debe aplicarse lo más próximo en el tiempo al comportamiento inadecuado del niño. Los castigos pierden rápidamente su capacidad para eliminar las conductas inadecuadas a medida que se distancian temporalmente del comportamiento al que se refieren.
Espero que estas pautas resulten de utilidad a padres y madres en la nada fácil tarea de educar a los hijos. Y hago hincapié en la idea de la fuerza que tiene el REFORZAMIENTO (premio, recompensa) como estrategia para incrementar conductas deseables, entendiendo este reforzamiento no sólo como ganancia de bienes materiales(premios) sino, sobre todo, referido al reforzamiento social en forma de elogios. No hay nada que motive más a un niño que sentir la admiración de sus padres y de las personas importantes para él.

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