15 de diciembre de 2011

SOBREPESO Y OBESIDAD INFANTIL. CÓMO ATAJARLOS

En las tres últimas décadas se ha producido un crecimiento importante del sobrepeso y la obesidad infantil, cuyas causas los expertos achacan a las condiciones actuales de vida y no tanto a factores genéticos. En la actualidad el sobrepeso y la obesidad infantil constituyen un problema con importantes implicaciones sociales, psicológicas y sanitarias. Desde el punto de vista pscológico, los niños, y sobre todo las niñas, con sobrepeso suelen mostrar insatisfacción corporal, afectación de su autoestima y son, en algunos casos, las candidatas ideales a comportamientos alimentarios inadecuados como el ayuno o el atracón.
Varias son las CAUSAS de esta problemática:

1. El número de horas delante del televisor: un mayor número de horas delante del televisor conlleva una mayor probabilidad de consumir alimentos menos saludable y menor actividad física.

2.Un número de horas de sueño insuficiente:  la falta de  sueño  aumenta la probabilidad de sobrepeso u obesidad.

3. Saltarse el desayuno: En general, se ha observado que cuantas menos comidas regulares toman los niños más se incrementa el consumo de snack y otros alimentos calóricos entre horas.

4. Falta de actividad física: El ocio sedentario basado en la TV, ordenador y videojuegos mantiene una relación directa con el sobrepeso infantil. El ejercicio físico es un excelente medio de control del peso a cualquier edad, ya que aunque por si mismo no es suficiente para perder peso, resulta fundamental para prevenir su ganancia. La actividad física moderada amortigua el apetito, controla  la ansiedad, el aburrimiento o el desánimo que pueden conducir al consumo de chucherías u otros alimentos muy calóricos. 
5. Comer solo y abusar de las chucherías: se ha constatado que los niños que no cenan regularmente en familia comen más chucherías, más comida rápida y muestran una alimentación más desequilibrada que los niños que comen de manera regular con su familia. 
6. Comer par aliviar el aburrimiento y el malestar emocional. 
7. Alimentación inadecuada: En general, los niños toman más cantidad de alimentos de la que precisan y su alimentación es rica en grasas, azúcares sencillos y en consecuencia en calorías, con un predominio de la carne, los precocinados, los dulces y un consumo insuficiente de verduras, legumbres, frutas y pescado.  

REGLAS PARA EL FOMENTO DEL NORMOPESO INFANTIL 
1. El tiempo dedicado al ocio sedentario basado en la televisión, consolas o Internet, no debe exceder, como máximo, de dos horas diarias
2. Marcar una hora límite para irse a la cama y no esperar a que acabe el programa de televisión o de charlar con un amigo a través de Internet. Ese horario deberá permitir al niño dormir al menos diez horas diarias. 
3. Realizar sistemáticamente un desayuno que aporte al menos entre el diez y quince por ciento de las calorías consumidas a lo largo del día y que incluya lácteos, cereales y fruta. 
4. Practicar a diario alguna forma de actividad física que puede ser desde ir caminando a la escuela, jugar en el patio del colegio o hacer algún deporte. 
5. Limitar el consumo de chucherías a momentos particulares de la semana, como puede ser algún día después de clase o de alguna actividad extraescolar. No dar dinero a los niños para que compren diariamente las golosinas que deseen. 
6. Procurar realizar alguna de las comidas principales en familia (comida o cena), en la que todos comen de todo lo que hay. 
7. Educar a los niños para que aprendan a superar los momentos de aburrimiento de la vida sin recurrir al consumo de alimentos. Presentarse como un modelo que sabe aceptar el aburrimiento como algo natural de la vida, pero sobre todo que sabe salir de él a través de un ocio activo, es una buena forma de facilitar que nuestros hijos adquieran ese mismo autocontrol y eviten convertir el alimento en una fuente de alivio del tedio. 
8. Distribuir la alimentación del niño en cinco comidas diarias, con un programa nutricional en el que un tercio de las calorías consumidas sean frutas y verduras, otro tercio legumbres, arroz, cereales, pasta o pan y el tercio restante, carne pescado, lácteos y aceite de oliva. Esto deberá ser así para todos los miembros del núcleo familiar. 
9.  No prohibir ningún alimento. Se podrá moderar su cantidad pero nunca eliminarlo totalmente de la dieta, ya que eso sólo contribuiría a fortalecer el llamado efecto “manzana prohibida”, en virtud del cual lo prohibido adquiere un valor añadido. 
10. Es muy recomendable que los niños coman en un lugar sin televisor. Aprovechar para charlar con ellos sobre lo acontecido a lo largo del día puede ser una buena alternativa. 
11. El uso temprano de dietas no es una solución efectiva y puede traer consecuencias más problemáticas de las que trata de resolver. Sin duda es mucho más efectivo educar al niño para que adquiera unos hábitos alimentarios adecuados y saludables. 

Es necesario que padres, madres, educadores en general y profesionales de la salud nos impliquemos en un problema que cada día está tomando mayor magnitud en nuestro pais.



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